Septiembre 2014 / Abril 2015
En Septiembre del año pasado, unos días antes de viajar a USA para hacer un delivery en el cual cruzaría el caribe de Oeste a Este con la intención de hacer algo de dinero y adquirir mas experiencia; saque el "Musiu" del agua, lo deje acuñado y con el material necesario para pintarlo. Aun que mi intención era hacer el trabajo por mis propios medios como lo he echo durante todo el proyecto, pintarlo me resultaba imposible ya que el varadero de la marina donde estaba el barco era mi única opción y te obligan a hacer los servicios con ellos, por lo que no tenia otra opción mas que desembolsillar y pagar el trabajo.
El barco estaba bastante deteriorado tanto en su obra viva como en su obra muerta, por lo que primero se lijo y mastico para dar un acabado presentable hasta poner la primera mano de fondo y de esta forma se fueron corrigiendo los desperfectos hasta poder aplicar la primera mano de pintura.
La pintura usada fue duraflot, una pintura a base de poleuretano de la marca Montana, echa en mi país con la cual se consigue un muy buen acabado y el precio esta por debajo de cualquier pintura de marcas importadas.
La cubierta que estaba en fibra cruda tal cual como lo describí en la parte de Una cubierta fuerte: http://swan36musiu.blogspot.com/2013/02/una-cubierta-fuerte.html fue renovada pegando laminas de antirresbalente con figura de diamantes, tal como vienen muchos barcos de astilleros hoy en día. Estas laminas vienen de la misma medida de una chapa de madera estándar, con un espesor de máximo 1 mm pintadas a su vez con gealcoat, por lo que la tarea era solo cortarla y pegarla a cubierta con telas de fibra por debajo para darle mas rigidez a la nueva cubierta. Se hicieron plantillas con cartulina y se cortaron las laminas dejando espacio y lineas de 2" entre cubierta y la regala, dividiendo a su vez la proa y secciones de cada banda para darle un mejor acabado. Cada linea de separación fue masticada y pintada. Una vez pegadas todas las laminas, se pinto toda la cubierta para darle uniformidad.
A pesar de que para esta fecha ya se cumplía un poco mas de dos años desde que inicie la reconstrucción del Muisu, aun su aspecto era el de un barco viejo y abandonado. Sin embargo su interior ya era otro y era momento de cambiar su triste aspecto.
Al regresar de mi travesía me encontré con un "Musiu" que respiraba con un ritmo mas acelerado, como exigiendo fuese pronto echado al mar. El barco era otro y su actitud me dio la motivación que muchas veces se necesita en estos tipos de proyectos en los cuales pareciera que el sueño no fuese mas que eso, un sueño. El verlo brillar me motivo muchísimo para seguir enfocado en los trabajos que aun quedan por hacer. El barquito va tomando forma.