Después de pasar un año entre soldaduras y
diferentes reparaciones, el mástil estaba listo para pintarse. Para este trabajo
decidí buscar a alguien experto en aplicación de pinturas de este tipo.
El trabajo del lijado ya yo lo había echo,
por lo que se empezó masticando los desperfectos con una pasta de poliuretano,
la misma que se usa en las reparaciones de carros. Una vez masticado, y lijado
nuevamente, se aplico un fondo que protege el aluminio, llamado cromato de
zinc, es de color verde y tiene propiedades que protegen el aluminio. Se
disolvió con thiner y se aplico con pistola.
El siguiente paso era el más importante, la
pintura final. Se aplico igual con pistola, usando una pintura de tipo
poliuretano llamada “Duraflo” de Montana. El color elegido fue el blanco; como
explique en la sección de rigging I, lo mejor para pintar mástiles de aluminio
son colores claros que no calienten la superficie. Una vez aplicada dos manos
de duraflot, se lijaron los desperfectos con lija fina y agua para darle un
mejor acabado y dejarlo como nuevo.
Después de aplicar fondo y masticar. |
El acabado final. Blanco brillante. |