Aunque ya habíamos navegado
un par de veces para probar el motor, no fue sino hasta el sábado 12 de
Diciembre de 2015 que el barco estaba aparejado y listo para su primera navegación
a vela.
A pesar de que nos encontramos con viento flojo, apenas
izamos velas entendí por qué muchos veleristas defienden que el Swan 36 navega
diferente a cualquier otro barco; que da una sensación de volar más que de
navegar. Ya podía comprobarlo, sus líneas se desplazaban con sutiliza entendiendo
perfectamente cómo comportarse. A medida que paso el día fue subiendo el
viento y la ola, el Musiú navegaba impetuosamente sobre olas de entre 2 y 4
pies con viento de 15 nudos promedio sin siquiera salpicar la cubierta.
Si!, la leyenda de los Swan 36 es totalmente cierta, su
forma de navegar es única y por fin después de tanto tiempo de trabajo puedo
disfrutarla sintiéndome orgulloso de mi barco cada vez que soltamos amarras y salimos al
viento.
Larga vida Musiú!! Ahora es que te queda mar!